Mi experiencia con el ejercicio físico desde un TCA
Son muchas las preguntas que me llegan a diario de ¿Cuándo empezaste a hacer deporte? ¿Crees que podré hacer ejercicio? ¿Cuántas horas al día podré permitirme? etc etc. Así que he decidido hacer un post bien extenso contándoles mi experiencia.
Mi historia:
Cuando sufría anorexia, una de mis mayores conductas compensatorias era hacer ejercicio, recuerdo que si comía algo después me podía pegar literalmente 2 horas haciendo ejercicio, o me ponía a subir y bajar escaleras, o antes de dormir me mataba hacer abdominales. Por lo que, para mi el deporte siempre fue una obsesión.
Cuando empecé en la recuperación (que yo aún no aceptaba que estaba enferma) me lo prohibieron de raíz pero, como bien sabes cuando habla el tca, haces todo lo que él diga y siempre me las ingeniaba para moverme.
Hasta que no me dí cuenta que estaba muriendo en vida, no empecé realmente con la recuperación y una vez empecé me pegue años sin hacer deporte. ¿Por qué? Para mi era una obsesión y no lo hacía desde el amor propio sino desde el odio y para bajar o quemar calorías.
Cuando ya estaba mejor, daba paseos, bailaba algo pero nunca fui a un gimnasio. Al paso de los años, empecé ya por interesarme por este mundo, por el deporte desde el autocuidado y por querer una mejor salud física y mental para mi. Probé muchos deportes, danza, gimnasio, yoga, tenis… pero ninguno me llenaba o si lo hacía era para compensar. Hasta que en la cuarentena encontré el pilates, me enganché, pero de una manera sana y natural. A día de hoy, después de muchos muchos años puedo decirme a mí misma qué hago deporte desde el amor propio y porque me sienta bien, en lo personal no busco un cambio físico (que no habría nada de malo dependiendo del caso), sólo quiero sentirme fuerte, estar bien, poder correr y no cansarme, y me viene genial para despejar la mente aunque sean 20 minutos.
No te voy a engañar, hay veces que me viene el pensamiento de “Glenda, ahora vas a poder comer más porque has hecho deporte”… la diferencia es que ahora lo ignoro, y si alguna vez noto que voy hacer deporte para “quemar”, directamente no lo hago. Dejo de hacer ese día ejercicio porque eso sería “alimentar esa voz que tienes en la cabeza” y lo mejor que puedes hacer es ignorarla. No te agobies porque esto no se consigue de la noche a la mañana, requiere tiempo y paciencia.
¿Cuándo podré hacer deporte otra vez?
Cuando estés preparada, siempre va a ser mejor acudir a un profesional en este mundo y que te ayude, recuerda que todo va a depender de en qué etapa estás de tu recuperación, de que era el ejercicio físico para ti y por qué y sobretodo para qué quieres hacerlo.
Primero ocúpate de sanar, de volver a ser tú, de volver a brillar, a comer sin miedo y sin peligro y ya luego vendrá el tiempo de hacer deporte. Cada uno tiene sus tiempos y sus cosas. Somos universos y tenemos nuestras propias leyes.
Yo me pegué años sin hacer nada y no me he muerto… acto que si hubiera pasado si hubiera seguido sin comer y
matá
ndome a hacer deporte.
No quiero desanimarte pero en este momento de tu recuperación debes sanar primero y el deporte es algo secundario. Así que, ve poco a poco, paso firme y mucha compasión y compromiso. Si un día te caes no pasa nada, ya vendrán tiempos mejores y tiempos peores. Ahora tú eres tu propia prioridad y de nada sirve hacer deporte si estás enferma.
Gracias Glenda, hay veces que me entran muchas ganas de hacer algo, o que pienso que cuando estaré preparada para hacerlo. Pienso que siempre va a estar ahíel querer hacerlo para cambiar el cuerpo.
Gracias por todo. Me encanta la web.
¡Gracias por dejar un comentario, Eli!
Es bastante difícil, incluso diría que en ciertos casos es más complicado el tema del deporte que de la comida.
Pero poco a poco y con mucho amor, saldrás de esta.
Un besito, Glenda.