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Nutrición en la Fibrosis Quística​

La fibrosis quística es una enfermedad autosómica recesiva, y grave. Está causada  por la mutación en un gen encargado de codificar una proteína que regula la conductancia  transmembrana (CTFR). Una de cada 25 personas es portadora de la enfermedad (1 ).

La mayoría de los pacientes con fibrosis quística tienen desnutrición, el estado nutricional  está muy relacionado con la función pulmonar, por lo que llevar acabo un manejo nutricional adecuado es indispensable para mejor la calidad de vida de los pacientes(2).

Hablemos un poco de la fisiopatología

El origen de la fibrosis quística se debe a unas series de mutaciones genéticas del  CFTR gen, en el brazo largo de cromosoma. A causa de esta mutación, los pulmones acumulan una cantidad de moco que hace  peligrar las vías respiratorias dando lugar a una enfermedad pulmonar obstructiva. Esto  da lugar a infecciones continuas y agravamiento de la enfermedad dando por resultado  una insuficiencia respiratoria grave y una lesión pulmonar irreversible. Es decir, empieza  con una obstrucción inflamatoria de las pequeñas vías aéreas, una bronquiolitis, que luego  dará lugar a una bronquitis, inflamación de las vías aéreas mayores (3).

Las células calciformes tienen hiperplasia y las glándulas submucosas hipertrofia lo que  da lugar a un estado hipersecretor. Cuando la enfermedad está avanzada, el paciente  presenta obliteración bronquial, bronquiolesctasas, bronquiectasias, quistes en los  bronquios y bullas enfisematosas. 

El tubo digestivo apenas tiene alteraciones. Las glándulas esofágicas y duodenales están  dilatadas debido a la acumulación de secreciones mucosas, al igual que el apéndice y el  recto. El páncreas suele ser pequeño y presentar quistes. Se acumulan abundantes secreciones  espesas, cegando los conductos intrapancreáticos, que a su vez disminuye el suministro  de enzimas a los intestinos y dificulta la absorción de nutrientes (4).

Clínica

La FQ es un trastorno genético que en la mayoría de los casos empieza a dar sus  síntomas desde muy temprana edad, generalmente en los dos primeros años de vida el  paciente ya tiene síntomas. De las primeras vías que se altera, es la digestiva. El 15% de los recién nacidos presentan  trastornos de la motilidad o síndrome de obstrucción intestinal distal.  

También hay otros síntomas como: 

  • Heces voluminosas 
  • Defecar continuamente  
  • Insuficiencia pancreática 
  • Pancreatitis recurrente 
  • Enfermedad hepática crónica 
  • Cirrosis biliar o multilobular  
  • Alcalosis metabólica crónica 
  • Perdida aguda de sal

La insuficiencia pancreática está presente en el 85-90% de los pacientes en su primer año  de vida, dando lugar a la malabsorción de grasas, lo que conlleva esteatorrea y déficit de  vitaminas liposolubles y oligoelementos. Los recién nacidos tienen muy poco peso algo  que hace sospechar de esta que padecen esta enfermedad. Pero, la vía digestiva no es la  única con problemas(1). 

¿Qué consideraciones tenemos que tener en la dieta?

A parte del tratamiento médico (claramente):

La prevalencia de desnutrición en la fibrosis quística es elevada, comportándose  como un factor de riesgo. Por lo tanto, es algo que hay que controlar y tener especial  cuidado.  Desde el momento del nacimiento, la mejor recomendación es que tomen leche materna  por sus altos beneficios tanto para la madre, como para el bebé. Si los bebés tienen  insuficiencia pancreática es obligatorio el uso de enzimas da igual si toman leche de  fórmula o leche materna. Es decir, hasta los 6 meses de vida las recomendaciones serían  las mismas que para un bebé sano. Una vez los bebés, empiecen a incorporar alimentos sólidos, se ha demostrado que las  dietas altas en calorías funcionan. 

 

PROTEÍNAS 

GRASAS 

HIDRATOS DE  CARBONO

15-20% 

35-40% 

40-50%

El porcentaje de grasas debe ser superior al de otras dietas debido a los problemas de absorción  que tienen estos pacientes. Sería un 10% para ácidos grasos poliinsaturados, 1% de ácidos  grasos trans y 10% ácidos grasos saturados y el resto ácidos grasos monoinsaturados.  Pueden fomentar el uso de alimentos calóricos como aceites, mantequilla, aguacate,  queso, frutos secos, ya que dietas con alto valor calórico pueden resultar complicadas.  Además, que son pacientes que no presentan niveles altos de triglicéridos por lo que en  ciertas ocasiones se les aconseja tomar “snacks” más calóricos como los batidos proteicos,  o batidos de fruta, nata, chocolate, chucherías. O, por ejemplo, para aumentar calorías de  un plato se podría añadir más queso, beicon, nata, aceite entre otros.

Suplementación

Esto siempre va a depender del caso y principalmente lo que digan tus médicos y nutricionistas, pero a nivel general podemos concluir que:

Todos los pacientes con FQ pueden suplementarse con vitaminas, concretamente vitaminas  liposolubles, A, D y E. La cantidad será siempre dependiendo de los niveles plasmáticos  en sangre que tenga el paciente. Para prevenir enfermedades óseas siempre será  recomendable mantener buenos niveles de vitamina D y si no es posible, suplementarse.  

A día de hoy, aun no se sabe si se deben suplementar con vitamina K. 

Por otro lado, en cuestión de minerales son muchos los que acaban necesitando  suplementarse con cloruro sódico en casos de haber realizado un ejercicio intenso, fiebre,  hipersudoración, o haber estado a altas temperaturas. 

Magnesio 

Pacientes con aminoglucósidos

Calcio 

Sólo si hay déficit

Hierro 

Según sus niveles plasmáticos 

Zinc 

Según sus niveles plasmáticos

En algunos casos, se propone suplementar con ciertos ácidos grasos como el DHA, EPA  GLA. Aun así, hacen falta más estudios. 

En algunas circunstancias, es necesario la nutrición enteral por sonda. No suele gustar a  los pacientes, limitan mucho su vida diaria, es un método costoso y tiene graves efectos a nivel psicológico por lo que se intenta evitar lo máximo posible. Pero, cuando se ha  perdido mas de un 10% de la talla en 6 meses en adultos, es necesario utilizar este método.  Con el que se conseguirá, mejorar el aporte calórico, el peso, ganancia muscular y masa  grasa. 

En casos de grandes periodos es aconsejable el uso de una gastrostomía lo cual hará que  el paciente se sienta más cómodo. Los preparados más usados en la práctica clínica son  aquellos con una proporción de macronutrientes elevada. Si el paciente, además tiene  diabetes, se necesitarán unas fórmulas específicas para ellos. 

En casos muy graves, se utilizaría la nutrición parenteral. Ya sean pacientes muy  desnutridos, o que el tracto gastrointestinal no esté funcionando correctamente o que por  vía enteral no se consigue estabilizar. Pero, se suspenderá cuando el paciente pueda hacer  uso de la vía enteral u oral de nuevo, ya que la nutrición enteral tiene muchos riesgos  asociados, como infección, depresión entre otras (5,6).

Conclusiones

La fibrosis quística es una enfermedad muy complicada y que aún no tiene cura. Se ha  visto como la nutrición está estrechamente relacionada con la enfermedad, por lo que es  indispensable que el dietista-nutricionista esté formado en este campo y hacerles la vida  menos difícil a los pacientes.

FUENTES:

  1. Asociación Española de Pediatría | Asociación Española de Pediatría [Internet].  Aeped.es. 2020 [cited 24 November 2020]. Disponible en: https://www.aeped.es/
  2. Ratjen F, Bell SC, Rowe SM, Goss CH, Quittner AL, Bush A. Fibrosis  quística. Nature Reviews Cebadores de enfermedades. Nature Reviews  Cebadores de enfermedades; 2015; 1 (1): 15010.
  3. Camilo González Marin M. Mucoviscidosis. Fibrosis Quística. Revisión Bibliográfica (página 2) – Monografias.com [Internet]. Monografias.com. 2020 [cited 24 November 2020]. Disponible en:  https://www.monografias.com/trabajos43/fibrosis-quistica/fibrosisquistica2.shtml .
  4. Hernández G. Cribado neonatal de fibrosis quística. 2014; 12 (1). [Citado 22  noviembre 2020]. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-anales pediatria-continuada-51-articulo-cribado-neonatal-fibrosis-quistica S1696281814701659
  5. Olveira Gabriel, Olveira Casilda. Nutrición, fibrosis quística y aparato digestivo.  Nutr. Hosp. [Internet]. 2008 Mayo [citado 2020 Nov 24] ; 23( Suppl 2 ): 71-86. Disponible en:  http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212- 16112008000600011&lng=es
  6. Schindler T, Michel S, Wilson AWM. Manejo nutricional de la fibrosis quística  en el siglo XXI. Nutrición en la práctica clínica. Nutrición en la práctica  clínica; 2015; 30 (4): 488–500.

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